lunes, 28 de diciembre de 2015

Uan faif for, Tango.







Ustedes pensarán que, como comienzo este post con una canción romántica, que te dedico eternamente a ti, mi hermosa lectora del otro lado del Río Táchira; que este post se desdibuja de la idea de hacer un blog de política, al contrario. Este post es sobre política, y una crítica muy aguda a como se están llevando las cosas en un sector muy sensible de la regulación que el Estado debe realizar sobre las iniciativas privadas.

Hablo de la actividad aérea, un sector que incluso algunos de los fundamentalistas del Libre Mercado, han tenido que aceptar, que por elementales razones de seguridad, puede ser operado bien por manos privadas, pero bajo un ferreo control del Estado en lo que es la regulación de esta actividad, y esto, no, no queda nada más a lo visible del iceberg... Estoy hablando de que incluso si un avión requiere que se le ajuste un tornillo, este tornillo no solo debe estar inventariado por el Estado que le otorga su pabellón a la aeronave, a través del ente regulador competente, sino que debe ser APROBADO para su uso en dicha aeronave. No es ningún juego la aviación, y este nivel de seguridad, que algún descerebrado, llamará Comunismo, es una de las razones por las cuales EL VIAJAR EN AVIÓN ES UNA EXPERIENCIA SEGURA EN MÁS DEL 99% DE LOS CASOS.

Pero esto no se logra con cualquier regulación, sino con una muy seria, elementalmente técnica y alejada de cualquier cariz político, ya que lo que aquí priva es el interés general, no es que al Partido X se le ocurrió esta regulación en nombre de fregar el Libre Mercado y todo lo que encarna, al revés; a partir de que se descubrió que con una actividad aérea desrregulada, eran más probables los accidentes; y esta llega al punto de que la autoridad aeronautica puede decirle no, a cierto prototipo de avión. Hago hincapié en lo amplia y lo técnica, y lo necesaria que es esta regulación para que la actividad aérea sea segura y haya la menor cantidad de accidentes posible.

Pero, en Venezuela, esto se olvidó un poco; la Autoridad regulatoria, bien sea por un falso antiimperialismo, bien sea por flojera, ya no se actualiza con frecuencia con las normativas de las más adelantadas autoridades norteamericana y europea (A las cuales se les sigue, no solo por acertadas, sino porque al evaluar más actividad en el sector, tienen normativas más y más específicas para cualquier tipo de situaciones). Por esto es que los sobrecargos mandan a apagar los celulares en el vuelo, aun cuando la normativa europea más reciente permite no solo el uso del Modo Avión, sino que haya Wi-Fi en los aviones, y no por ello más aviones se caen en Europa. En pocas palabras, el sector en Venezuela, está desactualizado en la regulación. Pero, esta no es la única falla de la que adolece el INAC...

El 16 de diciembre, se me ocurrió la genial idea de volar Caracas-Medellín con una escala en el principal aeródromo del Estado Zulia: La Chinita o SVMC para aquellos que gustamos de las precisiones en el lenguaje aeronáutico. La ida a tierras zulianas, obviando el hecho de que fuimos en un auténtico catanare, no estuvo mal, fue un vuelo bastante bueno, en el que me enamoré no solo de ver la cordillera varguense desde el aire y los ranchitos caraqueños cual pesebre navideño en la noche, sino tambien, del Puente sobre el Lago General Rafael Urdaneta, que de noche, y bien iluminado se ve bastante precioso. Sin embargo, el calvario de este viaje, comenzó precisamente al llegar a SVMC, ehm, al Aeropuerto Internacional de la Chinita.

Llegué alrededor de las 10 de la noche, y no había Wi-Fi, aunque esas ya son nimiedades que puedo adjudicar a CANTV. Podría hablar de que La Chinita no está debidamente acondicionado para albergar vuelos internacionales por horas, pero seré breve: Tuve que cargar el celular en la UPS de un cajero automático que no funcionaba, y dormir en el piso viendo como cientos de personas lo hacían tambien. En esto no es solo cómplice el INAC que debería estar pendiente de modernizar las terminales aéreas del país, sino tambien la empresa que administra estos espacios, que en este caso es Bolivariana de Aeropuertos, que ni siquiera tiene una página web seria... Una buena pregunta para quienes administran esta empresa, es saber qué hacen con el dinero que reciben por concepto de tasa aeroportuaria, que no es poca cosa... Y que en La Chinita, no se ve por ninguna parte.

En fin, el chequeo, fue bastante lento, gracias a que la Guardia Nacional, por falta de equipo al parecer; tiene que tratar a todos los pasajeros como mulas en potencia, y se puso a revisar exhaustivamente a todos los que haciamos fila para chequearnos antes de poder acceder al counter de la aerolínea... Al realizar el check-in, nos advierten de que vayamos rápido a la Migración porque "es muy lenta", y efectivamente, 2 horas de nuestras vidas perdidas solo porque habian 4 vuelos a la vez y solo 4 taquillas de migración. La Chinita necesita una profunda remodelación si quieren que siga siendo un Aeropuerto Internacional, ok, yo puedo entender que los nuevos vuelos que están haciendo líneas venezolanas sean a aeropuertos distintos a Maiquetía para que estos aeropuertos reciban más ingresos, pero, los aeropuertos fuera de Maiquetía están en las últimas... No tener ni asientos ni baños aceptables, pero si gigantografías del Big Brother criollo y un monitor repitiendo la versión sinfónica de Viva Venezuela de Un Solo Pueblo ya resulta bastante asombroso. Pero, eso no es lo peor, como no... Lo peor vendría a ser la crónica falta de aire acondicionado en un lugar de Venezuela donde se tienen aires hasta en los baños con sobradas razones, en un entorno pequeño, y lleno de gente. Bolivariana de Aeropuertos debería explicar tanto frente a esta nueva Asamblea Nacional...

Lo cierto es que se hicieron las 6 de la mañana, la supuesta hora en la que, embarcariamos a Medellín, como es costumbre en una linea venezolana, no fue así, otro retraso por "razones técnicas", terminamos embarcando a las 8 de la mañana, en una aeronave, MD-80, identificada con la matricula YV154T (la numeración de la aeronave es el titulo de esta entrada escrita en el alfabeto aeronautico aceptado por la OACI, Organización de Aviación Civil Internacional) en la que no había aire acondicionado, esta, aun cuando todo el pasaje estaba protestando, cuando salimos de la puerta. El capitán, "recordó" que volariamos sin APU, es decir, sin un generador de electricidad autónomo que permita encender los motores, tener aire acondicionado y un largo etcétera, y debió devolver el avión a la puerta para que sea reparado...

Recordé por un momento, las denuncias de Eduardo Piñeyro sobre la aeronáutica en Argentina, sobre la irresponsabilidad de las aerolineas privadas y del Estado regulando, sobre como la corrupción permitió más de un accidente aéreo con consecuencias bastantes tristes... Recordé que RAVSA fue cerrada en un tira y encoge con el Gobierno, y que "misteriosamente", volvió a volar como si nada, recordé los derechos del pasajero, y que el INAC no está para nada pendiente ni del Pasajero en Maracaibo, ni de como vuelan los aviones... Lo cierto es que, nos ofrecieron como "disculpas", un vaso de refresco, cuando el deber ser era una indemnización por parte de la aerolinea de 300 USD (60 mil Bs calculados a tasa SIMADI), y el INAC multando a la aerolinea, ni una cosa ni la otra... ¿En dónde está el INAC? ¿Pendiente de gritar con fuerza Chávez vive? ¿Les debo recordar que mientras ustedes andan haciendo politiquería, la gente vuela en un espacio aéreo inseguro y lleno de peligros? ¿Dónde están las multas y los cierres que deberían hacerse a las aerolineas venezolanas por incumplimiento de la ley y la regulación aeronautica vigente, con quizás la única excepción de Conviasa y Avior? ¿Quién responde por un vuelo que salió de Maracaibo con un APU defectuoso al punto de alcanzada V2 y por consiguiente el despegue, la aeronave perdió empuje por menos de un segundo?

Llegué a Medellín con todas esas preguntas en la mente, y con un jefe de mantenimiento de RAVSA asustado despidiendo el pasaje. Sabía claramente que si el APU fallaba en Medellín, eso no iba a quedar en manos de un INAC de incompetentes, o de conniventes; sino en manos de una Aerocivil que no iba a dudar en sancionar a RAVSA...

Dejo para la reflexión el estado de las cosas en la aeronautica civil en Venezuela, preocupa bastante la cosa, porque todo recuerda un poco a lo que esta película denunció en los años 90 y que, tristemente, terminó en un par de accidentes aéreos bastante lamentables... Si es que acaso no podíamos estar peor, acaso...


¡Buenas noches y Buena Suerte!

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